Los Ojos del Perro Siberiano

LO QUE ESCONDEN NUESTRAS ACCIONES


"La desesperación es un narcótico. Adormece la mente hasta que ésta se entrega a la indiferencia"

-Charlie Chaplin


Propósito:  Realizar reseña crítica de los diferentes tópicos de análisis del libro de lectura.


Título de la obra: Los ojos del perro siberiano.
Autor: Antonio Santa Ana
Editorial: Norma S.A - Zona Libre
N.° páginas: 136
Año de edición: 2012
Ciudad: Bogotá

Esta reseña tiene como objetivo brindar luz a uno de los tópicos más interesantes del el libro leído. El libro "Los ojos del perro siberiano" lleva al lector a través de un viaje melancólico en la compañía de su anónimo protagonista principal. La reseña se va a basar en la exploración del libro acerca de las actitudes que tomaron las personas alrededor del narrador, y lo que esto reflejaba en él, un conflicto interno en el cual él debatía lo que era correcto y lo que no lo era, junto con lo que él quería hacer. Ese es uno de los aspectos más interesantes que tiene el libro, la forma en la que es más fácil esconder lo que sentimos mediante negación y acciones distractivas que enfrentarnos a la dura realidad.


En el libro se relata los primeros años de vida del narrador, en los cuales se enfrentó a la realidad de una segregación familiar hacia su hermano Ezequiel, quien tenía SIDA. Al principio el personaje no entendía lo que ocurría, teniendo apenas cinco años de edad cuando todo empezó a empeorar, a medida de que transcurre el libro se da cuenta de que su vida no va a volver a ser lo que era y aprende a valorar la vida de su hermano que se va desintegrando. Mientras eso ocurre se enfrenta a la pérdida de su mejor amigo, y a la indiferencia de sus padres, producto de su esfuerzo por sobrellevar la situación de su hermano e impedir que él terminara igual, al mismo tiempo en el que intentan mantener las apariencias.


Para nadie es un secreto que actualmente en nuestra sociedad muchas personas parecen canvas sin fondo, pinturas multicolor sin nada de sentimiento. Todos tienen problemas pero algunos deciden mantenerlos en raya, no prestarles atención y sucumbir a diferentes tareas que los distraen de los mismos. Desde el siglo XIX existe un término legal crudamente traducido a "Ceguera Gozosa" o en inglés Willful blindness, éste quiere decir que la persona está consciente de que "x" actividad estaba ocurriendo pero decidió hacerse el mudo, sordo y ciego ante ésta ya que le proveía "beneficios". Hoy en día, también se aplica en psicología y hasta es explicado con la neurociencia. En su libro "Willful Blindness", la emprendedora Margarett Heffernan explica básicamente como "podríamos saber, deberíamos saber, pero preferimos no hacerlo para sentirnos mejor" o mejor dicho cómo ocultar la realidad hace sentir más cómodos a los individuos.   


En la novela el padre del narrador se esconde detrás de su dura cara y sus negocios, la madre detrás de sus escapadas a sus millones de talleres y sus hierbas, y Mariano deja de ser el "compinche" del narrador porque no aceptan la realidad de que su amigo, o hijo,  tiene un hermano con SIDA. Es una barrera protectiva que colocan los personajes para salvaguardarse del dolor, que al final del día sigue ahí. La realidad es que para el cerebro es más fácil quedarse con lo conocido antes que adaptarse al cambio. El neurólogo, Robert Burton, explica que los neurotransmisores están acostumbrados a dar ciertas señales, a partir de la información que ha sido previamente recibida por el individuo durante su vida; cuando ocurre algo nuevo, un “comité” entero entra  en votación a decir que se aprueba y que no. De esa manera la información pasa por un proceso de selección. Básicamente, hasta el propio cerebro prefiere lo familiar y eso ayuda a reducir la verdadera imagen, haciendo al individuo ciego al panorama entero.

Es una verdadera paradoja que ese mecanismo en el cerebro cumpla un proceso de “salvarnos de lo extraño”, ya que al final hace más daño guardar los esqueletos en los closets porque estos solo se van pudriendo más y más. Lo familiar para los padres  era seguir con las apariencias, así no se tendrían que enfrentar a los numerosos rechazos y preguntas de la sociedad, por eso era más fácil matar la imágen de su hijo y eso fue lo que hicieron los padres.


El más grande problema con ocultar la realidad es que cuando se hace, se está  regalando la propia libertad. Afortunadamente, el mismo neurólogo comentó que el cerebro puede dejar su ignorancia gozosa y adaptarse a lo nuevo, pero eso depende de cada individuo y como quiere utilizar el beneficio de la plasticidad del cerebro. Aunque siempre estarán los conformistas que se encierran a su realidad solo porque sí, solo porque esto es más fácil.


El libro “Los ojos del perro siberiano” es tan recomendable como un punto de buenas papas fritas. Se caracterizó por el buen desarrollo de su personaje principal, quien a diferencia de las personas a su alrededor no se conformó, no se embriagó de ignorancia y en vez de eso hizo lo que era correcto, apoyando a su hermano. El libro no juega con tus sentimientos, puesto que desde que lo empiezas a leer te prepara para lo que será un desdichado final, pero te recompensa con un asombroso viaje a través del sufrimiento familiar y la promesa del amor entre hermanos.


Referencias:

Comments

Popular posts from this blog

Figuras Retróricoas del Período

Análisis Literario; El Crimen de la Tangente

Falsa Identidad